
María Josefa Cresencia Ortíz Téllez-Girón fue una de las figuras clave en la independencia de México.
Su papel en la conspiración insurgente fue determinante, pero la historia oficial minimizó su protagonismo llamándola “de Domínguez”, como si su lucha le perteneciera a alguien más. Además, fue acusada de tener una “conducta seductora” y declarada enferma, porque desafiar al poder siendo mujer era inaceptable en su tiempo.
Hoy, en el 196 aniversario de su fallecimiento, la reivindicamos como lo que fue: una mujer revolucionaria que desafió las estructuras de su época.
Desde Azcapotzalco, recordamos su valentía y seguimos impulsando una historia donde las mujeres sean reconocidas como protagonistas de la transformación.